Lo que no debemos hacer limpiando la casa

No uses la misma bayeta para todo. Si pasas el polvo con una bayeta, no la uses después para limpiar la encimera de la cocina o el baño. Estaremos moviendo bacterias de una habitación a otra y al final se nos acumulará lo que limpiar y será más complicado. Una bayeta para el baño, otra para la cocina y otra para muebles es algo ideal.

A la hora de limpiar aparatos eléctricos o enchufes debes asegurarte de que todo está desconectado. No hace falta que te recordemos lo peligroso que puede ser emplear un paño húmedo en lugares por los que pasa la electricidad. Así que evita sustos y apaga todo antes de ponerte manos a la obra.

Cuando estés limpiando el suelo, piensa en la organización: si vienes de fregar el pasillo, no comiences a limpiar la habitación por la puerta, porque será imposible salir de ahí sin pisar lo que ya se ha fregado previamente. Recuerda nuestra regla de oro: siempre limpiar del interior al exterior de la habitación y los suelos, lo último.

De igual modo, la organización es imprescindible a la hora de limpiar armarios y estanterías: como ya te hemos recordado en otras ocasiones, no debes comenzar a limpiar por abajo aunque te parezca el orden lógico. Siempre de arriba a abajo para evitar que se nos manche lo ya limpiado.

Por último, y muy importante, usa ropa correcta para limpiar. Es decir, camisas viejas o lo que desees ponerte, pero protege siempre tus manos y pies y, sobre todo, nunca NUNCA limpies en calcetines, especialmente si acabas de encerar el suelo...¡cuidado con los resbalones!